Protegernos del uso fraudulento de las tarjetas

Cómo protegernos ante el uso fraudulento de las tarjetas de crédito

Las nuevas tecnologías permiten a los estafadores disponer de nuevos métodos para el uso fraudulento de nuestras tarjetas de crédito y débito. Según la última Memoria Anual sobre la Vigilancia de los Sistemas de Pago realizada por el Banco de España (BDE), durante el 2014 se detectaron más de 700.000 operaciones fraudulentas con tarjetas emitidas en España, de las cuales el 64 % fueron debido a operaciones remotas, el 32 % en TPV físicos y el 4 % en cajeros. 

Además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ciberseguridad, entre el 80 % y el 85 % de los ciberdelitos tienen que ver con fraudes y estafas con el fin de sustraer contraseñas a los usuarios. Para no encontrarnos en esta desagradable situación, los expertos del comparador HelpMyCash nos ayudan a saber cómo proceder en caso de fraude y conocer nuestros derechos y obligaciones ante las estafas.

Qué leyes nos amparan ante el uso fraudulento

El fraude en las tarjetas es definido como “el uso indebido y no autorizado de una tarjeta ajena con el fin de cargar pagos en una cuenta que no es la nuestra” y está considerado como un delito de estafa regulado por el Artículo 248 del Código Penal.

De acuerdo con el BDE, la entidad emisora de las tarjetas debe comprometerse a tomar algunas medidas de protección para evitar los fraudes:

Según el artículo 28 de la Ley 16/2009 de Servicios de Pago, el envío de la tarjeta y el número secreto deben realizarse por un medio seguro y dejando constancia de su recepción.
La entidad se hará responsable de las operaciones fraudulentas realizadas desde el momento en que tenga conocimiento de la pérdida de la tarjeta por parte del titular. 
Debe adoptar las medidas necesarias para asegurar el buen funcionamiento de los sistemas de pago y posibilitar vías para que el titular pueda bloquear el “plástico”. 
De acuerdo con el artículo 32 de la Ley 16/2009 el titular de las tarjetas se hará cargo de las pérdidas por operaciones fraudulentas, antes de que se haya notificado a la entidad, hasta un máximo de 150 euros siempre que no haya actuado de forma fraudulenta. Después de que se haya notificado a la entidad, el titular no tendrá la obligación de hacerse cargo de pagos por las operaciones fraudulentas.

¿Qué hacer si detectamos que somos víctimas de un fraude? 

Si notamos movimientos extraños en nuestra cuenta bancaria o gastos extra que no hemos realizado y creemos que estamos siendo víctimas de una estafa por clonación de nuestra tarjeta, debemos seguir un protocolo de actuación para evitar que el fraude vaya a más:
1.- Cancelar la tarjeta de manera inmediata: debemos llamar al teléfono indicado por nuestra entidad bancaria y bloquear nuestra tarjeta en el mismo momento en el que nos demos cuenta de que nos falta o notemos gastos extraños. 
2.- Verificar que es la única tarjeta clonada: para asegurarnos, debemos revisar todas las tarjetas de las que somos titulares para comprobar que no nos han robado más tarjetas.
3.- Denunciar a la policía: tanto si es por uso fraudulento, pérdida o robo de la tarjeta debemos realizar una denuncia en la comisaría más cercana lo antes posible.
4.- Avisar a nuestra entidad: aunque ya hayamos notificado a la entidad el problema al cancelar la tarjeta, debemos acudir a nuestra oficina con la denuncia para volver a notificarlo.
La gran mayoría de las tarjetas de crédito y débito incluyen seguros gratuitos antifraude que cubrirán la totalidad o un porcentaje de los gastos realizados por usos fraudulentos. Podremos encontrar las condiciones específicas y las coberturas que ofrecen los seguros junto con el contrato de nuestra tarjeta. 

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