Cuenta bancaria olvidada ¿qué pasa con ella?

¿Qué ocurre con las cuentas bancarias que se han quedado en el olvido?
¿Recuerdas esa cuenta que tenías abierta desde pequeño, pero que hace años que no utilizas? A algunos nos ha pasado que nunca llegamos a cancelar una cuenta que no utilizábamos cuando tocaba y, con el paso del tiempo, se nos ha olvidado por completo que la teníamos. Como apuntan desde el comparador de productos financieros HelpMycash.com, dejar el trámite de cierre de una cuenta para última hora puede traer consecuencias.
¿Qué ocurre con las cuentas olvidadas?
Cuando abandonamos una cuenta bancaria o, simplemente, no nos interesa operar con ella de nuevo no se bloquea automáticamente. La cuenta seguirá activa hasta que nos acerquemos personalmente al banco para cancelarla o, si la entidad lo permite, realicemos la operación por Internet.
Si no se ha registrado ningún movimiento en 20 años, la cuenta se considerará abandonada. Trascurrido ese plazo, pasa a ser propiedad del Estado. No obstante, antes de declarar una cuenta abandonada, el banco deberá asegurarse de que no se ha producido ningún movimiento con ella y deberá notificar al titular con un mínimo de tres meses de antelación que está a punto de declararse abandonada.
Desde el Banco de España se recomienda que, en caso de no querer hacer uso de una cuenta bancaria, se proceda rápidamente a desactivarla, ya que dejarla sin saldo no será suficiente para deshabilitarla. En caso contrario, esta cuenta abierta nos podría traer algún quebradero de cabeza.
Las comisiones de mantenimiento, el principal enemigo
El problema que nos podremos encontrar si disponemos de una cuenta inactiva es cuando esta tiene comisiones de mantenimiento. Estos costes se siguen cobrando, aunque no realicemos ningún movimiento, por lo que nos podríamos encontrar que, en cierto momento, las comisiones hayan consumido por completo nuestro saldo. Para no llegar a esa situación, compensa tener controladas todas nuestras cuentas y cancelarlas lo antes posible si nos han dejado de ser útiles.
No obstante, la situación es diferente cuando la cuenta se queda sin saldo. Según el Código de buenas prácticas bancarias, no se considera justo que el banco pueda cobrar comisiones generando, a su vez, una nueva comisión, es decir, que no podríamos entrar en descubierto.
Cuidado con las cuentas asociadas
Uno de los casos en los que se suelen olvidar es cuando disponemos de una cuenta asociada que sirve de instrumento para pagar las cuotas de un préstamo o una hipoteca o está vinculada a un depósito bancario. Una vez finalizado el contrato del producto, la cuenta no queda automáticamente cancelada, sino que deberemos cerrarla expresamente.
Además, las cuentas asociadas tienen la particularidad de que son gratuitas siempre y cuando se utilicen únicamente como instrumento para otro producto. Cuando pierde esta condición, puede dejar de ser gratuita, por lo que interesa aún más cancelarla lo antes posible.
La clave, controlar todas las cuentas
Desde el comparador recomiendan que, para evitar esta situación llevemos siempre un exhaustivo control de todas las cuentas y productos bancarios que tengamos contratados y, en caso de cancelar una cuenta, solicitar el certificado que así lo acredita.

Por otro lado, también recuerdan que evitaríamos llegar a esta situación si nuestra cuenta no tuviese comisiones, de forma que, si la olvidásemos por completo, podríamos estar más tranquilos. En el mercado es relativamente fácil encontrar algunas de estas cuentas gratuitas. Tenemos, por ejemplo, las cuentas online de BBVA e imaginBank, que, además de ser sin coste, no exigen ningún requisito de contratación, o, para los más ahorradores, la Cuenta de Ahorro de WiZink, totalmente gratuita y con una rentabilidad del 0,50 % TAE o la Cuenta COINC, al 0,30 % TAE. 

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