3 pasos
para no pringar de más si te roban o pierdes tu tarjeta
A finales de 2015, en España existían un total de 69,92
millones de tarjetas en circulación, según los datos del Banco de España.
Teniendo en cuenta estas cifras y sabiendo que nos acercamos a la época
estival, en la que se produce una de
cada tres incidencias por robo o pérdida de tarjetas del año, no es
descabellado pensar que quizás algún día nos pueda tocar a nosotros pasar por
esta incómoda situación.
Según el comparador de tarjetas HelpMyCash, si
no queremos enfrentarnos a incómodas consecuencias en el caso del robo o del
extravío de nuestras tarjetas, lo más
importante es que actuemos con rapidez. Por ello, en el momento en el que
nos demos cuenta de que nuestro “plástico” no está donde debería estar
tendríamos que seguir los siguientes pasos.
1 - Llamar
de inmediato a nuestro banco
Lo primero que debemos hacer es llamar a nuestra entidad o
proveedor (Visa, Mastercard…) para informar de la situación y dar nuestro
consentimiento para que se bloquee la tarjeta. Para ello, tanto las entidades
emisoras como las marcas de estos productos cuentan con un número de teléfono
específico para este tipo de incidencias, disponible durante las 24 horas del día.
Es conveniente que anotemos la fecha de
la llamada, la hora y el operador que nos está atendiendo para contar con
una justificación extra de lo que ha ocurrido en el caso de que tengamos que
gestionar posibles reclamaciones.
Generalmente nos pedirán una serie de datos personales para
comprobar nuestra identidad y ciertas referencias sobre nuestra tarjeta, por lo
que es conveniente que contemos con el
máximo de información posible para poder agilizar el proceso. Si preferimos utilizar otros canales para
cancelarlas, ciertas entidades también nos permitirán bloquear nuestras
tarjetas a través de sus servicios de banca online, por mensaje de texto o
acudiendo físicamente a una sucursal.
2 -
Denunciar ante la policía
Si se trata de un robo será necesario que, además de
bloquear nuestras tarjetas, también acudamos a una comisaría y presentemos una
denuncia. De esta manera contaremos con
un documento oficial que nos servirá como prueba si tenemos que reclamar o
pedir responsabilidades a nuestra entidad bancaria, en el caso de que se hayan
realizado compras o retiradas de efectivo fraudulentas con nuestras tarjetas de crédito o
de débito.
3 -
Comprobar nuestros extractos bancarios
Una vez estemos seguros de que nuestra tarjeta ya no está
disponible, deberíamos chequear nuestros extractos bancarios para comprobar si se ha sustraído dinero
ilícitamente de nuestra cuenta e informar de esta situación al banco.
En el caso de que se hayan producido operaciones
fraudulentas antes de que hayamos comunicado la pérdida o el extravío de la
tarjeta, la ley nos ampara y solo
tendremos que responder con un límite de 150 euros, ya que el resto correrá
a cargo del banco. Eso sí, si la
entidad puede demostrar que ha habido negligencia por nuestra parte (por ejemplo si habíamos apuntado nuestro
número pin detrás de la tarjeta) seremos nosotros los que tengamos que asumir
los gastos. En el caso de que las operaciones ilícitas se produzcan después de
nuestro aviso, quedaremos exentos de responsabilidad y será la entidad emisora
la que se encargará de asumir las posibles deudas.
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