Cómo heredar una vivienda y no
arruinarse en el intento
Durante los últimos años, las renuncias a recibir
una vivienda como herencia han ido en aumento. La principal razón es que el
impuesto de sucesiones supone que, para aceptar
la vivienda se tenga que abonar entre un 10 % y un 35 % de su valor,
dependiendo de lo cercano que sea el familiar. Desde el comparador de hipotecas
HelpMyCash.com nos dan consejos para prevenir esta situación y, si ya
hemos heredado, dos opciones para los que no puedan asumir el gasto.
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medidas preventivas
Antes de que llegue el momento en que los
herederos tengan que pagar, podemos tomar en vida algunas medidas que nos pueden
servir para reducir los impuestos de sucesión.
- Donar en vida
Una de las opciones que tenemos para no pagar
tanto al heredar una vivienda es donar en vida. Esta opción también está sujeta a tributación, pero
probablemente sea un gasto menor que abonar el impuesto de sucesión. Sin
embargo, desde el comparador advierten de que esta medida no supone un ahorro en
todos los casos, por lo que es recomendable que un experto en la materia haga un
estudio y determine cuál es la mejor opción.
- Dividir la herencia
Teniendo en cuenta que cuanto más patrimonio se
herede más se paga, es lógico pensar que cuanto
más se divida la herencia, más impuestos se ahorrarán. Por ejemplo, es
mejor dejar una casa al cónyuge y todos sus hijos en vez de solo al cónyuge. De
esta forma, también se podrá limitar el uso de la vivienda de algunos herederos,
por ejemplo, para que no se deshagan del inmueble hasta que otro heredero
fallezca.
- Mayor parte a menores o discapacitados
Los que menos
impuestos pagan al recibir una herencia son los menores de edad y las personas
discapacitadas. Por ello, si se deja una herencia con mayor parte a ellos
que a otros herederos, podremos reducir muchísimo el gasto que la operación
supone.
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medidas si ya hemos heredado la vivienda
En el caso de que ya se haya heredado la vivienda,
pero no se puedan pagar de una sola vez todos los impuestos que se corresponden,
disponemos de dos alternativas para no tener que
acabar renunciando al inmueble.
- Pagar la deuda a plazos
Para no tener que desembolsar los gastos de golpe,
se puede solicitar devolverla en cuotas durante
un máximo de cinco años o, incluso, que se nos aplace el pago. Sin
embargo, para acogernos a esta opción hay que solicitarlo antes de que hayan
transcurrido cinco meses desde el fallecimiento y que la herencia líquida
percibida no sea suficientemente grande como para pagar los impuestos.
- Acudir a un intermediario financiero o al banco
Si no se puede asumir de ninguna manera el pago,
pero tampoco se quiere renunciar a la vivienda, la última opción es solicitar un préstamo con garantía hipotecaria
(solo en caso de disponer de un inmueble en propiedad ya pagado) o un préstamo
personal. Podemos encontrar intermediarios financieros que conceden préstamos
hipotecarios de entre el 30 % y el 40 % del valor del inmueble, con plazos
largos que pueden llegar a los 15 años. Sin embargo, el interés de estos préstamos suele ser más alto que
el de las hipotecas y otros préstamos personales. Por el contrario, si la
situación económica personal es buena, se puede solicitar un préstamo al banco,
que resultará más barato.
Los expertos de HelpMyCash.com han elaborado una
guía gratuita con todos los
consejos necesarios y pasos a seguir en caso de que haya
fallecido un familiar y no sepamos cómo gestionar sus cuentas.
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