Gestión financiera para pymes

GESTIÓN FINANCIERA DE LAS PYMES

La financiación de las pymes en España corría un grave peligro hasta que Europa decidió intervenir: la Iniciativa PYME promete “responder al cambio de modelo en el uso de los fondos europeos y fomentará que los bancos estén más dispuestos a financiar a las pymes”, explica Román Escolano, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones. Más de 3000 millones de euros invertirán los fondos Feder europeos en pequeñas y medianas empresas, que representan el 95% del tejido empresarial español.

Pero esta financiación dependerá en muchos casos de un buen plan estratégico, de que la pyme que solicite la ayuda económica presente un planteamiento eficaz y que demuestre que tendrá un buen plan de rendimiento. Es importante que la empresa en cuestión cuente con el asesoramiento de una auditoría cualificada y con experiencia en el sector, lo cual no siempre es fácil de encontrar. Un buen plan estratégico debe centrarse en, al menos, tres años de ejercicio, y debe poner de relieve las metas de la empresa a largo plazo. Hoy en día las consultorías pueden ser estrategias clave para realizar excelentes planes estratégicos a medio y largo plazo a nivel empresarial.

En primer lugar, una buena auditoría realizará un análisis exhaustivo de la situación de la empresa para conocer su situación actual. Tras hacer un diagnóstico, se expondrá la realidad tanto externa como interna de la pyme para poder elaborar una serie de objetivos estratégicos a largo plazo: cuantificables, medibles y reales. Las estrategias corporativas serán aquellas que respondan a las necesidades de la empresa para amoldarse al mercado en el que actúan, por lo que se podrán idear acciones rápidas y adecuadas para conseguir los objetivos marcados.

A partir de aquí hay que establecer planes de actuación y ponerlos en marcha. Se incluirán, por supuesto, los objetivos, las políticas y la secuencia de acciones a realizar. Se tendrá que seguir, por supuesto, todo este proceso para conocer el desarrollo y la aplicación de las estrategias iniciales. Y, tras esto, se hará una evaluación de los resultados y la medición de los mismos para comprobar si se han cumplido los objetivos iniciales.
Estos pasos son los que comprueban los bancos antes de financiar a una pyme, y serán más meticulosos ahora que Europa ha decidido impulsar el mercado español: sólo los mejores planes optarán a la financiación. Es por esto que es necesario hacerse con el asesoramiento de una consultoría estratégica de confianza, que asegure a la pyme que solicita sus servicios un buen cumplimiento de los objetivos pautados. El impulso a las pequeñas y medianas empresas que la Unión quiere dar a España es una oportunidad que no debería desaprovecharse bajo ningún concepto.

REGULACIÓN ESPAÑOLA

España es uno de los países de la Unión Europea que más impedimentos pone a las pequeñas y medianas empresas para apoyar su crecimiento. Un reciente estudio de la revista especializada The Economist, de hecho, cuestiona si a una pequeña empresa española le compensa convertirse en mediana llegando a los 50 trabajadores, pues los impuestos también crecen. Según esta revista, las ayudas que tienen las pequeñas empresas para afrontar la financiación se pierde al convertirse en mediana empresa, por lo que cabe plantearse seriamente el crecimiento. Asimismo, las grandes empresas también cuentan con ayudas e impulso en la financiación, por lo que, evidentemente, la que más pierde es la mediana.
INICIATIVAS

No obstante, sí que existen iniciativas políticas que ayudarían a superar estas dificultades o, directamente, las eliminarían. Estas empresas, que representan un 95% del tejido empresarial español, temen en este momento enfrentarse a los regímenes impositivos de las grandes empresas, por lo que no hacen sino multiplicarse las pequeñas y quedarse deliberadamente siempre en un número inferior a los 50 trabajadores. Este tipo de empresa, evidentemente, es más débil que las grandes multinacionales, y también más débil que las grandes nacionales, por lo que se teme que el tejido empresarial del país siga en crisis si no se apoya a la pequeña empresa. Los aspectos más negativos de la pyme son la escasa capacidad de autofinanciación, de comercialización, la poca productividad o la ínfima innovación e internacionalización, dicen los expertos.

Por todo esto, es importante reforzar las pymes españolas, para lo que muchas cuentan con ayuda de alguna consultoría estratégica que las asesore para mejorar su posicionamiento y su rendimiento. Empresas como las una auditoría tratan de indicar a las pymes qué es lo que deben hacer y lo que no, siempre con vistas a obtener el máximo beneficio. Así, a partir de una adaptación a las necesidades específicas de cada empresa, estas auditorías o consultorías tratan de organizar los sistemas de contabilidad o la administración de sus clientes para que éstos obtengan el mayor rendimiento posible de su producción.

La gestión financiera es muy importante en este tipo de empresas, que cuentan con una cifra de negocio muy inferior a la de las grandes, y en algunas ocasiones es incluso superada por los gastos. Los aumentos de impuestos, como hemos dicho, son un riesgo que las pymes no quieren correr, por lo que en muchos casos es necesaria la aplicación de técnicas expertas de gestión y administración para acabar el año con un ejercicio positivo. Es más que recomendable apoyarse en una auditoría de confianza para afrontar con seguridad las dificultades que la regencia de un negocio puede suponer, y más en un país que, todavía hoy, se ve sumido en una profunda crisis económica.

Fuente de información: Audiconsulting

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