El Plan Director de la Cooperación Española
2013-2016 que se contextualiza en la agenda internacional de desarrollo,
marcada por la culminación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015 y
el inicio de la nueva agenda de desarrollo post 2015, acaba de ser aprobado
recientemente por el Consejo de Ministros, en concreto en el consejo celebrado
el pasado viernes 21 de diciembre.
Indicar que este Plan Director de la
Cooperación Española 2013-2016, recoge también los desafíos de la nueva Alianza
Global para un Desarrollo Eficaz de Busán, el programa para el Cambio de la
Unión Europea y los acuerdos de desarrollo del G 20.
Transparencia y rendición de cuentas
Este IV Plan Director se caracteriza por ser
realista, una determinación por rediseñar la cooperación española, partiendo de
una concentración de recursos, y una mayor transparencia y rendición de cuentas.
Es, por tanto, un Plan Director innovador, pero que reafirma los objetivos de
la Cooperación Española: contribuir al desarrollo humano, la erradicación de la
pobreza y el pleno ejercicio de los derechos.
La política de Cooperación al Desarrollo
viene marcada por la necesidad de concentración: geográfica, sectorial y
multilateral. Para ello, se concentran las líneas de acción intersectoriales en
ocho grandes orientaciones, que incluyen la gobernabilidad y los procesos
democráticos; la reducción de la vulnerabilidad a la pobreza extrema (seguridad
alimentaria, protección social y prevención); la promoción de oportunidades
económicas; el fomento de los sistemas de cohesión social (educación, salud,
alimentación y agua); la promoción de los derechos de las mujeres; la mejora en
la provisión de los bienes públicos globales (desarrollo sostenible); la acción
humanitaria y la educación para el desarrollo.
Seguimiento y evaluación
Esta política de cooperación contará con un
sistema de seguimiento y evaluación novedoso, consistente en un marco de
resultados que fije los objetivos, resultados, indicadores y fuentes de
verificación que permita una mayor rendición de cuentas y el establecimiento de
responsabilidades en la ayuda oficial al desarrollo y en la política de
cooperación. En resumen, se trata de llevar a cabo una ayuda al desarrollo más
eficaz, armonizada con el resto de donantes y alineada con los países socios.
Reducción del número de países
El nuevo perfil de la Cooperación Española
viene determinado, tanto por este enfoque de resultados, como por la
concentración geográfica y multilateral. A partir de los criterios establecidos
para la selección de países, la concentración geográfica supone la reducción
del número de países de asociación, que se quedan en los siguientes: Bolivia;
Colombia; Cuba; Ecuador; El Salvador; Guatemala; Haití; Honduras; Nicaragua;
Paraguay; Perú; República Dominicana; Mauritania; Marruecos; Población Saharaui
y Territorios Palestinos; Malí; Níger; Senegal; Etiopía; Guinea Ecuatorial;
Mozambique y Filipinas. Por otra parte, se definirán estrategias de salida para
aquellos países en los que deja de haber cooperación como tal y se apuesta
también por las estrategias diferenciadas y por los enfoques regionales.
En el ámbito multilateral se establecen
cuatro prioridades: concentración, eficacia, responsabilidad mutua y
participación. Se tratará de aumentar la coordinación, la complementariedad y
la participación activa y eficaz en las agendas de desarrollo de los
principales organismos y foros: Naciones Unidas, Unión Europea, G-20 y Comité
para la Ayuda al Desarrollo de la OCDE.
Como socios estratégicos de la cooperación
dentro del sistema se apuesta por fortalecer las estrategias con las ONG y con
el sector privado, en línea también con la agenda internacional de desarrollo.
Finalmente, este nuevo perfil de la cooperación hace una apuesta fuerte por la
evaluación y gestión del conocimiento, y por la transparencia y la rendición de
cuentas.
Eficacia de la ayuda
Una de las agendas que guía toda la
cooperación española desde hace años es la Eficacia de la ayuda, sobre todo a
partir del acuerdo por una Alianza Global para un desarrollo eficaz, fruto de
la reunión de Busán en 2011. La mejora en los enfoques, instrumentos y
modalidades en línea con los principios de la eficacia de París es una de las
prioridades de la cooperación. Para ello se fomentará la ayuda programática, la
cooperación Sur-Sur y Triangular, así como se elaborará una estrategia sobre la
cooperación reembolsable para que esté bien estructurada dentro de todo el
ciclo de planificación. Se fomentará también la coherencia de políticas para el
desarrollo.
Toda esta política de cooperación pasa
también por un refuerzo de las capacidades del sistema, tanto de la propia
administración (central y descentralizada), como del resto de actores: ONGs
para el Desarrollo, Universidades, empresas, sindicatos, etcétera. Se
potenciará la coordinación y complementariedad de todos los actores para sumar
esfuerzos y aprovechar sinergias.
Para más información:
Ministerio de Asuntos Exteriores y
Cooperación
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