5 cosas que
tal vez no sabías sobre los planes de pensiones
El 28 % de los españoles ya tiene contratado un plan de
pensiones, según el último Informe
Naranja publicado por ING Direct. El
objetivo de la banca es incrementar ese tanto por ciento y, para ello, los
últimos meses del año son los favoritos para promocionar sus planes de pensiones e incentivar la contratación
y los traspasos. También es la época en la que muchos ahorradores se plantean
si invertir ese dinero extra que han conseguido ahorrar durante el año en un
plan, sobre todo ahora que la incertidumbre planea sobre el sistema público de
pensiones. Sin embargo, antes de firmar el contrato es necesario conocer las reglas del juego y ser conscientes de las particularidades
que rigen este producto de inversión a largo plazo.
1-
El dinero
no está garantizado
A pesar de lo que muchos puedan pensar, la mayoría de los planes de pensiones no garantizan el dinero
invertido. Al cierre del tercer trimestre de 2016, solo el 32 % del total
de los planes del sistema individual comercializados en España garantizaban a
sus partícipes la recuperación de las aportaciones realizadas al vencimiento.
Una oferta que, en total, acumulaba el 20 % del patrimonio invertido en los
planes del sistema individual, según se desprende de las estadísticas
publicadas por Inverco.
En el resto de los casos, las rentabilidades negativas podrían registrar pérdidas. De ahí la
importancia de mantener una gestión activa del plan e ir revisándolo
regularmente, para poder evaluar la idoneidad
del producto y, en caso de mal pronóstico, realizar un traspaso a otro con
mejores perspectivas.
2-
Las
bonificaciones, sinónimo de permanencia
La mayoría de las entidades lanzan suculentas promociones a
finales de año para incentivar el número de traspasos. Así, por ejemplo, BBVA bonifica el 3 % del importe del plan
de pensiones traspasado desde otra entidad y Banco Santander ofrece una
bonificación de entre el 1 y el 3 % en función del capital traspasado, en ambos
casos hasta el 31 de diciembre.
Y suma y sigue. La mayoría de los bancos ofrecen promociones
similares. Sin embargo, tienen una desventaja: aceptar un regalo implica asumir una permanencia (5 años en los
casos de BBVA y Santander). Pero hay excepciones. Por ejemplo, ING Direct ofrece una bonificación del 1,5
% sobre el importe traspasado antes del 31 de diciembre y solo exige
que el cliente mantenga su posición hasta finales de febrero, fecha en la que
abonará la bonificación. En total, dos
meses de permanencia. Una cifra ridícula si se compara con la mayor parte
de la oferta. Además, sus planes presumen de tener menos comisiones que la
media, algo que afectará a las ganancias finales.
3-
Sí tienen
comisiones
Así es, los planes de pensiones tienen comisiones. No obstante,
para mitigar el efecto negativo que pudiesen tener sobre las aportaciones de
los clientes, la normativa actual las limita
a un máximo del 1,75 %. La entidad gestora podría cobrar hasta un 1,5 % y
el banco depositario, hasta un 0,25 %.
4-
Las
aportaciones reducen la base imponible
He aquí la principal ventaja de los planes. Las aportaciones realizadas están exentas
del pago de IRPF, con un máximo de 8.000 euros o del 30 % de los
rendimientos del trabajo y actividades económicas –la menor de las dos cantidades-,
y rebajan la base imponible sobre la que se aplica el IRPF. En definitiva, permiten ahorrar impuestos mientras se
trabaja. Por ejemplo, un cliente con unos ingresos brutos anuales de 30.000
euros pagaría en concepto de IRPF 5.522 euros. Sin embargo, si aporta 5.000
euros a un plan, durante ese ejercicio su base liquidable se reducirá a 25.000
euros, por lo que pagaría 4.022 euros en impuestos.
5-
Sacar el
dinero de golpe podría ser un error
Son muchos los que al llegar la jubilación acuden al banco y
dan la orden de retirar todo el dinero. Al fin y al cabo, después de toda una
vida ahorrando, qué mejor que poder disponer del dinero cuánto antes. Sin embargo,
retirar todo el dinero de golpe puede ser un error ya que podría dinamitar todo el ahorro que se hubiese logrado durante la vida
laboral.
¿La razón? El dinero acumulado en un plan de pensiones
tributa dentro del IRPF en el momento del rescate y la parte que se reembolsa
en cada ejercicio se suma a los ingresos brutos del cliente. Por lo que si se retira
todo el dinero de golpe, la base imponible podría subir incluso por encima de
la que se tenía mientras se trabajaba y acabar
pagando un IRPF mayor del que se hubiese pagado antes, de manera que se liquidaría
todo el ahorro fiscal que se hubiese conseguido mientras se trabajaba. El truco
sería retirar el dinero en forma de rentas de manera que el IRPF se mantuviese
por debajo de lo que se pagaba mientras se trabajaba, así el ahorro será
efectivo.
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