Seguridad de las tarjetas de crédito

Preguntas sobre tarjetas de crédito : Seguridad y normas de uso en las tarjetas de crédito

El uso de las tarjetas de crédito en el mundo se ha generalizado hasta tal punto que el dinero que se mueve en transacciones con tarjeta en el comercio será superior al dinero en efectivo en pocos años. Y es que todos tenemos como mínimo una tarjeta de crédito en nuestra cartera que usamos para facilitar nuestras compras en la vida diaria.

El uso de las tarjetas es conocido por todos, nos permitirá quitar efectivo de un cajero o pagar directamente en el comercio las compras realizadas.

Pero no todo es tan bonito a primera vista,  la facilidad de tenencia y uso de tarjetas está muy bien vista por los amigos de lo ajeno. La preocupación por el robo de información sobre sus tarjetas de crédito ha crecido a la par de las revelaciones sobre los fallos de seguridad que han permitido a piratas informáticos robar millones de esos datos de los ordenadores de grandes empresas minoristas. 

Lo que tenemos claro es que son un medio de pago seguro pero ¿hasta donde se preguntan muchos?. Las entidades bancarias y financieras contra las que operan las tarjetas no quieren tener ningún problema derivado del uso de las mismas por parte de sus clientes y cualquier denuncia por robo, uso indebido o fraude suele corregirse de forma inmediata con resultado favorable para el cliente.

En este artículo no está de más recordaros unas breves normas de uso de las tarjetas de crédito para evitar en la medida de lo posible sorpresas desagradables. Algunos de estos consejos son clásicos y conocidos por todos pero aún así hay quien no los cumple.

Para protegerse en caso de robo o pérdida de la tarjeta del uso fraudulento:

Debemos firmar la tarjeta en el momento de recibirla para que nadie más pueda hacerlo, o escribir “PEDIR DNI” en el espacio reservado. El reservo de la tarjeta tiene un espacio destinado a que el cliente firme para que al usarla el comerciante pueda comprobar tanto número de DNI como firma del cliente.

No anote nunca el número PIN secreto junto a la tarjeta, ni en el mismo bolso. Parece fácil pues aún así hay quien lo lleva apuntado en lugar visible de su billletera y claro si nos roban la cartea los amigos de lo ajeno lo tendrán más fácil.

Cuando introduce su PIN en un cajero automático, utilice la otra mano para tapar el teclado para que no lo vean otros. En muchos cajeros las mafias organizadas incluyen en la parte superior del cajero automático pequeñas cámaras ocultas que graban el momento en que cada cliente tecle el pin. 

No lleve más que las tarjetas de crédito que realmente utiliza, sobre todo en los viajes. Al estar en un país que no es el nuestro en caso de robo nos será más fácil comunicar a nuestro emisor de la tarjeta el robo. Este consejo es también válido para nuestra vida diaria en España. Para que queremos tener con nosotros más tarjetas de las que realmente necesitamos.

Lleve el número de teléfono que la entidad le ha facilitado para llamar en caso de emergencia y para poder comunicar la pérdida de la tarjeta; no obstante cualquier cajero automática de la entidad tendrá en lugar visible este número de teléfono.

No pierda nunca su tarjeta de vista. Cuando paga en un comercio o restaurante si es necesario acompañe personalmente al camarero al lugar donde le va a cobrar o pida un terminal móvil para que hagan el cargo con usted delante.

En cuanto a lo pagos cada vez más frecuentes por internet recuerde que no debe proporcionar su número de tarjeta u otros datos personales por teléfono o Internet, a no ser que usted haya iniciado la operación y esté realizando una reserva o compra en una página web. Esta web debe aparecer como un site de pago seguro con el típico icono del candado en la parte inferior. Y sobretodo nunca acceda a través de un enlace enviado por correo electrónico, ningún banco le mandará un mail para pedirle que por motivos de seguridad debe introducir su pin de la tarjeta.

Relacionados estos breves consejos de uso de sus tarjetas de crédito sólo nos queda comentar que a pesar de todo son un medio de pago seguro, validamente aceptado en cualquier país y que disponemos en última instancia de la posibilidad de devolver el cargo. La nueva normativa de servicios de pago incluye también la homogeneización en la UE de los plazos para la devolución de recibos con un plazo máximo de 13 meses para solicitar la rectificación de operaciones incorrectas o no autorizadas. El consumidor dispone de 8 semanas para devolver recibos autorizados, siempre que, cuando se dio la autorización, esta no especificase el importe exacto y dicho importe supere el que el ordenante podía esperar razonablemente. El plazo para que su entidad le devuelva los cargos o rechace la devolución es de 10 días hábiles