Comercializadoras alternativas de luz, ¿una buena apuesta para ahorrar?
La concienciación con el consumo
eléctrico ha aumentado en los últimos años. Los desorbitados precios que hemos
tenido que asumir los consumidores han sido el detonante para que nos
preguntáramos si teníamos la mejor tarifa de luz del momento o estábamos pagando
más de lo que debíamos. No obstante, los más ahorradores han indagado un poco
más: ¿el problema es la tarifa o la propia compañía eléctrica? Desde el comparador de energía HelpMyCash.com nos presentan las
alternativas a las grandes comercializadoras de luz.
Compañías discretas,
pero con potencial
Endesa, Iberdrola o Gas Natural
Fenosa son las comercializadoras de luz más conocidas del país. Como grandes
marcas se reparten la mayor parte del mercado, aunque también recogen el mayor
número de reclamaciones por parte de los consumidores. Si a esto le sumamos que
sus tarifas tampoco son un regalo, ¿por qué seguir contratando sus servicios?
¿No hay otras alternativas?
Bajo esta premisa han nacido
multitud de comercializadoras eléctricas que operan a nivel local y nacional.
Con tarifas bastante económicas y, ante
todo, claridad en su comunicación se han convertido en una alternativa
real. Hablamos, por ejemplo, de CHC
energía, HolaLuz o Pepeenergy.
Aún menos conocidas por la gran
mayoría están las cooperativas
eléctricas. En este caso podemos hacernos socios de Som Energia, GoiEner o Zencer, entre otras. Su mayor virtud es
que algunas no solo son comercializadoras, sino que también producen energía de origen renovable.
De esta forma, el dinero que aportamos como socios va directamente al
mantenimiento (y ampliación) de las instalaciones de generación de energía. En
definitiva, invertiremos en la producción de nuestra propia electricidad sin
que nadie se lucre por el camino. ¿El resultado? Una tarifa de luz con un precio más justo.
¿Es energía de calidad?
Esta es la pregunta que se hacen
muchos consumidores cuando se les propone contratar la luz con una compañía
poco conocida. Sin embargo, no debemos perder de vista que estamos,
principalmente y salvo excepciones, ante comercializadoras de luz. Es decir, la energía que recibiremos provendrá en
muchos casos de la distribuidora de la zona (Iberdrola, Endesa, Gas
Natural...). Por lo tanto, la energía tendrá la misma calidad que si la
contratásemos con una de las grandes.
A esto hay que sumarle otras
ventajas, como que pocas de las pequeñas
exigen un compromiso de permanencia en sus contratos. Por otro lado, la atención es más personalizada, lo
que nos evitará perder horas al teléfono intentado aclarar una mala
facturación. Y es que, aunque sean poco conocidas para muchos, lo cierto es que
están presentes de forma muy activa en la red (web, redes sociales…) e,
incluso, algunas cuentan con oficinas a
pie de calle.
La misma energía, ¿precio
más bajo?
Si la energía es la misma y las
condiciones parecen interesantes, ¿será el precio el problema? Como cabe
esperar, si estas empresas quieren hacerse un hueco en el mercado no puede
hacerlo a golpe de tarifas elevadas. Por ello, la mayoría de las pequeñas comercializadoras
de luz se pueden encontrar entre las más
baratas del momento.
Para hacernos una idea, en
septiembre Gesternova tarifica el consumo eléctrico a 0,1154 euros/kWh; HolaLuz
a 0,123 euros/kWh y Som Energia a 0,124 euros/kWh. Aunque dicho así no nos diga
nada, solo hay que ver a cuánto lo hacen las grandes. Por ejemplo, Iberdrola la
tarifica a 0,1341 euros/kWh; Gas Natural a 0,1367 y Endesa a 0,1407 euros/kWh.
La diferencia a priori parece escasa,
pero para un consumo de 3.000 kWh/año puede
llegar a representar más de 75 euros (sin IVA).
En definitiva, las pequeñas
comercializadoras de luz han llegado para quedarse y para ello tienen las
mejores armas: claridad en su oferta, atención al cliente cuidada y, por
supuesto, precios competitivos. Y es que, si queremos ahorrar electricidad, lo
mejor es empezar por contratar una buena tarifa de luz.
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