Finanzas
para divorciados: el reto de gestionar el dinero tras una ruptura
Durante el mes de septiembre se concentran
casi un tercio de todas las demandas de divorcio que se reciben a lo largo del
año, según los datos aportados por el Consejo General del Poder Judicial. Y si
este dato ya es llamativo por sí solo, hay otro que lo es aún más: la
mayoría de los divorcios que se registran son entre parejas en las que no
existe un acuerdo. Y es que, si es complicado compartir la vida en pareja,
disolver esta unión de forma amistosa puede resultarlo más.
Disolver el
vínculo económico
Uno de los vínculos de los que más cuesta
desprenderse y que, a fin de cuentas, es uno de los que generan más discusiones
es el económico. Qué ocurrirá con los ahorros compartidos o cómo se dividirán
los pagos de un préstamo o de una hipoteca son algunas de las dudas que surgen
con más frecuencia.
Para ayudar en todas estas situaciones, el
comparador de productos financieros HelpMyCash.com acaba de lanzar un
manual gratuito llamado Finanzas para divorciados:
gestión del dinero tras la ruptura. Esta guía recoge explicaciones sencillas
sobre qué ocurre con cada uno de los productos bancarios una vez una pareja se
ha divorciado. Además, en ella se incluyen situaciones reales que, con
frecuencia, ocurren durante un proceso de divorcio y sus posibles soluciones.
El régimen
matrimonial no lo determina todo
Como recuerdan desde el comparador, la mejor
forma de gestionar las finanzas tras una ruptura es que la pareja sea capaz de
comunicarse y repartir entre ellos los bienes que corresponden a cada uno. Pero
esta situación es la que con menos frecuencia se da y son los jueces o abogados
quienes determinan qué pertenece a cada miembro de la pareja.
A menudo, se cree que los problemas
financieros tras el divorcio solo dependen del régimen matrimonial bajo el que
la pareja se haya inscrito. Pero la realidad demuestra que esto no es así, ya
que mientras dura la unión la pareja a menudo contrata productos y servicios a
nombre de los dos miembros y, tras la ruptura, se requiere la aprobación del
banco para quitar a alguno de los dos del contrato.
La
hipoteca, el quebradero de cabeza de los divorciados
Uno de los productos bancarios de los que más
cuesta olvidarse es de la hipoteca. Los bancos no suelen permitir que un
titular se desprenda de ella, ya que perderlo significa una garantía menos de
devolver el dinero.
Una de las soluciones más prácticas es que la
pareja venda la vivienda que compartía y con el dinero de la transacción
cancele la hipoteca. De esta forma, desaparecería el problema y, con ello, las
posibles discusiones.
Pero esto se complica cuando uno de los dos
quiere seguir en la vivienda. Mientras que es relativamente fácil quitar a uno
de los dos de la titularidad de la vivienda (mediante una extinción de
condominio), hacerlo del contrato de
la hipoteca es bastante complicado.
Para lograrlo, hay que llevar a cabo una
novación, es decir, una modificación de las condiciones del contrato. Pero,
como ya se ha mencionado, el banco no suele acceder a este cambio. Para que sea
posible, habría que demostrarle que la única persona que figuraría en el
contrato dispone de un perfil económico bastante solvente y que podría
afrontar las mensualidades sin problema o bien aportar garantías adicionales,
como un aval o un nuevo cotitular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario