La madrugada del sábado 30 al
domingo 31 entrará en vigor el horario de verano. Es decir, a las 2 de la
mañana nuestros relojes pasarán a marcar las 3. Este gesto, que podría ser la
última vez que lo hagamos, está pensado para aprovechar las horas de sol. Ahora
bien, ¿realmente se nota en la factura de la luz? ¿Existen algunas acciones
sencillas que nos permitan ver resultados? Desde el comparador de tarifas de
luz y gas HelpMyCash.com nos dan unas nociones básicas de cómo
ahorrar luz de cara al verano.
Tardes más largas,
lámparas que se encienden más tarde
Una de las ventajas de vivir en
España es que el sol está presente (prácticamente) todo el año. Gracias a ello,
no necesitamos de luces artificiales gran parte del día y nos podemos permitir
evitar el uso de aparatos de gran consumo, como la secadora de ropa. Si a esta
premisa le añadimos que de cara al verano el día se alarga, lo tenemos todo de
nuestro lado para reducir el consumo eléctrico.
Por lo tanto, el primer truco para
ahorrar energía es aprovechar la luz solar. Esto implica subir las persianas y correr las cortinas durante el día, de modo
que no necesitemos encender las lámparas. De igual forma, esta es una buena época
para aprovechar las horas de sol para secar la ropa al aire libre. Cuanto menos
la centrifuguemos, menos energía consumiremos. Y es que, además de que la
lavadora no gastará tanta luz, nos ahorraremos un buen rato de plancha.
La última aportación del astro rey
a nuestro ahorro es la temperatura. Aunque es cierto que a partir de ahora se
esperan jornadas cada vez más cálidas, las noches aún refrescan. Por ello, si
permitimos que entre el sol en las habitaciones durante el día, conseguiremos que las estancias cojan unos
grados de más. Eso sí, no debemos olvidarnos de cerrar las ventanas y bajar
las persianas en cuanto empiece a caer la noche.
Tarifas con
discriminación horaria para ahorrar al máximo
Ahora bien, de poco sirve
aprovechar el sol si tenemos una tarifa de luz que nos cobra el kWh a coste de
oro. Por ello, ha llegado el día en que debemos revisar qué tenemos contratado: la potencia, la modalidad de la tarifa,
el precio para la energía y si estamos pagando algún servicio adicional que
no necesitemos realmente.
Un gesto tan sencillo como pasar de
una tarifa de precio fijo las 24 horas a una que divide el día en dos franjas
nos permite ahorrar, al menos, un 13% al cabo del año. O, lo que es lo mismo, casi 80 euros de ahorro sin hacer nada.
Si no sabemos por dónde empezar para dar con la mejor tarifa para nuestro
hogar, podemos acudir a un comparador en el que encontrar todas las ofertas del
momento, como el de HelpMyCash.
Poner nuestra casa en
modo verano
Con el calor llegando, muchos
dejamos a un lado el uso de ciertos aparatos, como el secador de pelo. No
obstante, no hace falta ser tan agresivo con nuestros hábitos para ayudar a
nuestro bolsillo.
Es muy posible que no seamos
plenamente conscientes de que muchos de los electrodomésticos que tenemos en
casa se pueden ajustar a la época del año en la que estamos. Este es el caso de
la lavadora, que ya no requerirá hacer centrifugados tan energéticos como en
pleno invierno. Además, es recomendable
lavar a menos de 30º, ya que el mayor gasto de luz de este aparato se
realiza al calentar el agua. Para hacernos una idea, un lavado a 90º consume 40
veces más que a 40º.
De igual forma, ha llegado el
momento de revisar la temperatura que
tenemos puesta en el calentador de agua. Aunque no estamos en pleno verano,
podemos ir bajando poco a poco los grados, con lo que evitaremos que consuma
más de la cuenta.
Finalmente, ha llegado el momento
de prepararse para las altas temperaturas. Esto implica limpiar los aparatos de aire acondicionado y los grandes electrodomésticos,
como la nevera, el congelador o el horno. Cuanta menos pelusa, hielo o grasa
tengan, menos energía necesitarán para hacer su función correctamente. Por lo
tanto, ahora que aún no aprieta el calor, es un buen momento para hacer un buen
repaso a la casa.
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