¿Qué pasa con las hipotecas cuando
desaparece un banco?
A pesar de que la situación del
Popular llevaba días abriendo portadas, la noticia de su venta a contra reloj
ha cogido por sorpresa a gran parte del público. Si somos clientes de esta entidad es posible que nos estemos
preguntando por el devenir de nuestros productos contratados, como por
ejemplo algo tan importante como la hipoteca de la casa en la que vivimos. El comparador de hipotecasHelpMyCash.com
nos saca de dudas.
La deuda no desaparece,
sólo se transforma
Similar a la ley sobre la energía
(que ni se crea ni se destruye, sino que se transforma), la deuda que habíamos
contraído con el anterior banco, si bien sí fue creada, no desaparece en la
nada tras la caída del Popular: esta
simplemente ha cambiado de acreedor, pero las obligaciones y los derechos de
ambas partes continúan igual. Las cuotas, las revisiones, las condiciones
de vinculación… todo permanecerá como si no hubiera pasado nada.
Se trata de un proceso bastante
parecido a cuando las hipotecas son titulizadas; cuando una deuda hipotecaria
es vendida por la entidad de crédito original a un fondo de inversión. El
desarrollo de la deuda continúa con el mismo devenir que si la entidad no
hubiera sido absorbida por el Santander, solo que ahora será a este último
banco al que tendremos que dirigirnos si queremos realizar cualquier consulta o
modificación.
¿A qué tendría que
prestar atención?
Si tuviéramos que nombrar algunos
puntos sobre los que prestar especial atención, estos deberían ser dos en
particular: los productos vinculados en
la hipoteca y cuál será la oficina
que nos puede ser asignada.
En lo que respecta a la vinculación
de la hipoteca, habrá que esperar a la renovación de algunos productos como los
seguros, donde podrían darse variaciones
de precio. Por ejemplo, habría que
tener en cuenta que la cuenta nómina actual de Banco Santander es la Cuenta 1|2|3,
que si bien ofrece una alta rentabilidad, así como devoluciones en recibos,
también implica el pago de comisiones.
Otro punto, de menor impacto
directo, pero que sí habría que tener en cuenta desde un punto de vista
logístico es la oficina a la que podemos
ser reasignados. Por un lado, por el mero hecho de que nos puede tocar una
sucursal que no nos quede tan a mano como la anterior, pero también de cara a algunos papeles clave que esta
oficina puede tener. Es decir, la importancia de esto es principalmente de
cara a que queramos hacer alguna reclamación en el futuro que implique la recuperación
de datos que sólo esta oficina podría tener.
Por ejemplo, en el caso de la
reclamación de gastos de escrituración de hipoteca, son muchos los clientes que
no guardaron los datos de la notaría donde se firmó el contrato o de la
gestoría que tramitó el papeleo. No es extraño que estos clientes, de bancos
que aún siguen vigentes, se remitan a sus oficinas de toda la vida para pedir
estos documentos y que la entidad responda que “se han extraviado”. Si a esta
situación le añadimos una mudanza, las
posibilidades de que algunos documentos puedan desaparecer pueden ser mayores.
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